miércoles, 13 de junio de 2012

Hijas de casa viven y crecen con graves secuelas sicológicas

Trabajo infantil doméstico es una de las peores formas de explotación

Foto/J.Aragón.

Qué niños y niñas contribuyan con las tareas de casa, cuando empiezan a socializar, no es una forma de explotación, sino una práctica familiar universal, señala Save the Children-Nicaragua en el estudio denominado Trabajo de niños…responsabilidad de adultos, en el que identifica cuatro peores formas de trabajo infantil en el país: recolección de basura, maletero, venta ambulante, y trabajo infantil doméstico.



El organismo señala que en el caso del trabajo doméstico infantil es una práctica que puede ser recomendable, siempre que se  realice con sentido formador  y no se afecte la educación y recreación de niños y niñas, posición con la que coincide la siquiatra Gioconda Cajina.
¿Pero cuándo esta práctica se convierte en explotación?
El problema es cuando niños y niñas son sometidos a largas jornadas laborales, se les afecta su  derecho a la recreación, educación y al descanso. El estudio revela que en Nicaragua persiste la figura de las hijas de casa, que no es más que un disfraz para la explotación laboral infantil.

En estos casos generalmente las niñas provienen de familias que están buscando un techo para que sus hijas tengan la oportunidad de estudiar.  “Las familias de mejores recursos les ofrecen a los padres una serie de supuestos beneficios, pero no es cierto que una familia agarra a una hija de casa haragana, que va ir junto a todos sus hijos a ver televisión, pero si no cumplen con los que ofrecieron, es deber de los padres de quitarla”, señala Cajina.

Otro de los problemas que advierte la siquiatra es que la familia biológica se desliga totalmente de su hija, lo que la deja más vulnerable para ser explotada y sufrir cualquier tipo de abuso, incluyendo el sexual.
El Instituto de Promoción Humana (INPRHU)  realizó un estudio sobre el trabajo infantil en los municipios de Totogalpa y Macuelizo , y según Aura Estela Mendoza, subdirectora de ese organismo en Nueva Segovia , “las hijas de casa prácticamente son esclavas, viven en esclavitud, trabajan sin horario, sin beneficios, sin prestaciones sociales, sin seguridad social, sin estudios y muchas veces bajo el riesgo de abuso sexual por parte de los familiares de los mismos patrones”.
“Vemos que las niñas domésticas en casas de  terceros  bañan a los perros, acompañan a la patrona a ir a la iglesia, ocupan a la niña para que les sobe el cuerpo, les sobe los pies a la patrona,  para que le unte zepol, cofal, para que les cuide a los nietos, que cuide la casa. ¿ Y cómo recompensan toda la explotación a la que son sometidas, con  ropa usada,  zapatos usados o con la mochila que dejó el hijo, que ya no le gustó”, señala Mendoza.


Hijas entregadas por deudas

La funcionaria del  INPRUH  señaló que uno de los hallazgos encontrados es que algunos padres de las zonas rurales  daban a las niñas como domésticas como pago por deudas.

“Por ejemplo los de Macuelizo y Santa María nos decían le debemos al patrón, a la patrona entonces tenemos que mandarle a la chavala para que desquite esas deudas”.

Dra. Gioconda Cajina. Foto/R.Montenegro
La doctora Cajina advirtió que  el desarraigo familiar que sufren estas niñas tiene “un cuantioso corolario de secuelas sicológicas y afectivas en las niñas, sobre todo cuando se las coloca a muy temprana edad, y su estructuración mental no es todavía sólida”.

 “Si los padres la entregan  para su superación,  nunca debe desligarse de la hija, a la criatura la separan totalmente de su familia, ahí no le están siendo respetados sus derechos de identidad con su familia de origen” advierte la doctora Cajina.

Destaca que muchas de estas niñas o niños, cuando son adultos enfrentan depresiones, debido a que no tienen una identidad y se encuentran divididos entre su familia biológica y la que los crio.

“Por la madre biológica no siente afecto y por la madre que los  crio tienen una ambivalencia, por un lado  agradecen que les dio estudios, donde se siente ligada es con la familia que la crio aunque la hayan tenido de sirvienta, pero se preocuparon porque no se quedara en ese estatus”.

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