domingo, 18 de marzo de 2012

La difícil tarea de ser escritor

                Arquímedes González . Foto R/ Montenegro
Entrevista realizada al periodista y escritor nicaragüense, Arquímedes González en octubre de 2010 cuando recién acababa de ganar el Premio Centroamericano Novela Corta en Honduras por su novela El Fabuloso Blackwell. En esa ocasión las editoriales nicaragüenses no le publicaron su libro, hoy su obra La muerte de Acuario se encuentra entre el libro más vendido en Amazon.

Decidió dejar por un tiempo su carrera como periodista para dedicarse a tiempo completo a su faceta como escritor.

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El resultado son tres obras más, premios, menciones y el reciente Premio Centroamericano Novela Corta 2010 por El fabuloso Blackwell, pero sobre todo ganarse el respeto y reconocimiento como uno de los mejores escritores jóvenes de Nicaragua.

Reconocimiento que el periodista y escritor Arquímedes González se ha ganado a punta de desvelos, dedicación, autodisciplina y con mucha exigencia de su parte, llegando a ser un poco despiadado a la hora de autoevaluarse.

Recién viajó desde Holanda, donde reside, para recibir en Honduras su último premio, tiempo que aprovechó para venir a Nicaragua y auscultar la publicación de su obra premiada, pero ninguna editorial se interesó en publicarle.

Sí, ninguna. En cambio en Honduras, además del premio, imprimirán 1000 ejemplares de su novela El fabuloso Blackwell, que relata la historia de un “boxeador” del que se escribieron artículos por dos años en medios de comunicación de Nicaragua.

González dice que este libro es un homenaje al periodismo y una invitación a la reflexión, porque estamos expuestos al fraude no sólo de falsos boxeadores, sino de políticos y más cuando está de por medio la tecnología.

El Cronista Digital habló con Arquímedes sobre sus últimos trabajos, su último premio, pero sobre todo de lo difícil que resulta para un escritor publicar sus obras, aún cuando han ganado premios.
 

Hablame de tus premios, del último premio.

En Honduras gané el segundo premio centroamericano de novela corta, el año pasado lo ganó un guatemalteco, lo gané con la novela El Fabuloso Blackwell, que trata de la historia de un boxeador del que se escribieron artículos por dos años en medios de comunicación de Nicaragua.

Esa es una parte de la historia, de cómo se construyó el engaño, tanto el periódico como tres periodistas cayeron en esa trampa, que duro dos años.

Me llamó la atención cómo alguien se hizo pasar como entrador, boxeador, hijo ideal que quería mucho a su padre, se hizo pasar por el padre, la mamá, por Bob Aaron, por periodista, es un hombre que tiene muchas facetas y que uno dice ¿Cómo una persona logra engañar a un periodista y mantenerlo así durante dos años?

La otra parte cuenta la historia de dos periodistas que se abren paso en la sección de sucesos y ellos están tras la pista de un asesino en serie que antes de matar a sus víctimas les deja un poema.
Otra novela, Abril hace lo que quiere terminó finalista en España. Esa novela es la primera parte de una trilogía y algunos de los cuentos del libro Tengo un mal presentimiento han sido finalistas en concursos en México, Argentina, Colombia y también han sido publicados en antologías en Cuba, en México y Argentina.

Con El Fabuloso Blackwell ¿Querías dejar un mensaje o te pareció gracioso este personaje?
 

No, no me pareció gracioso. Esta situación se presentó mediando la tecnología y se supone que la tecnología les sirve a los periodistas para facilitarles el trabajo, pero también para engañarlos y ponerles trampas, el libro es un homenaje al periodismo, pero también es hacernos ver que cualquiera puede utilizarnos para hacernos un fraude y no sólo este boxeador, hay políticos que nos pueden usar para fabricar cosas.

Me llama la atención el uso de esta tecnología, porque el hecho se dio cuando se comenzaba a popularizar el correo electrónico, todavía pensábamos que quien nos escribía un correo electrónico decía la verdad y ahora nos hemos dado cuenta que no, que hay que verificar todo.

En tu vida como escritor. ¿Qué significado tienen éstos premios?

Es la primera vez que gano premio, en Honduras, es difícil ganar, hay gente que es muy buena y gente que es excelente, uno envía con la esperanza de ganar, pero sabe que tiene en su contra 400 personas que son mejores, para mi es una felicidad lograr avanzar y seguir adelante, lo que pasa es que yo no encuentro todavía una editorial que apoye una publicación de libro aquí en Nicaragua.

¿Aún con el premio?

Aún con el premio.

He visto en tus escritos que estás reclamando que no se da el valor suficiente a los escritores, a los artistas. ¿Te pasa lo mismo?

Tengo el mismo problema que la mayoría. Primero no hay un apoyo institucional, segundo las editoriales no están dispuestas a arriesgarse ante un desconocido y yo lo entiendo. Debería haber un fondo del Estado para eso, por ejemplo Panamá tiene dos concursos de novelas, uno de ellos es de diez mil dólares, y es nacional.

¿Por qué nosotros no lo podemos tener? ¿Por qué Honduras puede organizar un concurso centroamericano de novela y nosotros no? Falta apoyo a la cultura, nos quejamos que nadie lee, pero no se promueve la lectura en realidad, yo creo que sí se lee.

Tengo un mal presentimiento se terminó la primera edición, entonces no me pueden decir que nadie lee, La muerte de Acuario tiene 8 mil ejemplares vendidos, lo que falta es apoyo y un poco de seriedad del Gobierno, bueno el Gobierno no tiene la solución de todo, pero podría aportar más a la cultura.

Vos venís de ganar un premio de una novela. ¿Ni un premio atrae para publicarte?


No, las editoriales de Nicaragua están bien desanimadas, no sé qué pasa, y no es por falta de mercado, un mercado hay, pero no hay interés.

Estoy tratando de publicar, ahora voy a Houston, voy a estar un mes. Me da satisfacción que el tiempo invertido ha sido para escribir, yo me salí del periodismo porque tenía varios proyectos y tengo más, lo que me falta es tiempo y fondos. Para todos los escritores es un poco difícil, sin una editorial y sin algo fijo. Escribir es de mucho riesgo uno no sabe si va a salir el libro, si no va a salir.

Con La muerte de Acuario pase dos años intentando en varias editoriales hasta que una (Distribuidora Cultural) dijo lo vamos hacer, igual el segundo libro costó, costó más que el primero, pensé que iba a costar menos, el tercero costó más que el primero y el segundo.

Tengo un mal presentimiento ganó el certamen de publicación de obras del Centro Nicaragüense de Escritores y a ese certamen yo lo envié tres años, ese libro ya había quedado con una mención en Panamá en 2007, lo volví a mandar en el 2008 , en el 2009 ganó, creo que es el libro que ha salido más, ha andado de vago en varios concursos. Ese libro tenía 7 premios o menciones, pero el libro no salía, yo decía entre más tiene, menos se logra.

¿Cuáles son tus proyectos?

Terminar la trilogía que te conté, la primera parte logró ser finalista de un premio, la segunda parte se llama Sueño con dragones y la tercera Eclipse final, ya tiene nombre y todo, le falta un poquito, voy a empezar otros dos con calma.

Una novela lleva un promedio de dos años para escribirse, si uno escribe diario, cuatro a cinco meses, porque esa yo la escribí en las noches de las 8 a las 12 de la noche y la logré sacar en unos cuatro meses, pero tardé dos años en corregirla. Qué sola está Mayté, la escribí de las 2 de la mañana a las 6, 7 de la mañana y también salió en unos cinco meses, pero también tardó otros dos años.
Tengo un mal presentimiento, como son cuentos, esos los hacía en los fines de semana e iba reuniendo despacito y de pronto ya estaba todo en el 2007 y los mandé a Panamá.

Estos van un poco más rápido porque me he entregado más a la escritura, siempre llevan los dos años de rigor que tienen que quedarse para corregir, volverlas a leer, uno siempre trata que la novela quede perfecta, aunque lo perfecto no existe, pero uno trata de hacerlo.



Ver también: La muerte de Acuario, el libro no reconocido por su autor

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